Como miles de neoyorkinos, Richard Sherman se ha quedado trabajando en agosto mientras su mujer e hijos disfrutan de unas gratas vacaciones en la playa. Siguiendo las recomendaciones de su esposa, está dispuesto a dejar de fumar, de beber, a acostarse pronto y sobre todo a no echar una cañita al aire. Pero la tentación aparece cuando conoce a una despampanante vecina, tan sexy como ingenua.
Agradecimientos a Juan
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